lunes, 14 de diciembre de 2009

Como en tus peores pesadillas



Siempre me perturbó la atmósfera lúgubre, los pisos fríos, los pasadizos interminables, el temor y la incertidumbre. Miro sus fotografías y me imagino a todos nuestros miedos y paranoias rondando su cabeza. Me enternece la escena sexual de K. con Frieda en El Castillo porque no existe tal escena. Lo sexual es sugerido, es obviado. Se reduce a un ridículo en el cual K. termina siendo cómplice de su creador. Dos asistentes entrometidos, presentes también en un cuento hermoso, no sabe quién es cuál, pero tampoco interesa. La repetición es sinónimo de su obra: repite personajes, repite escenas, repite sensaciones. El infinito y absurdo como protagonistas principales de su bibliografía completa. También la soledad y la lucha de lo individual contra un colectivo puesto en escena para contradecirte, para dañarte ahí donde más duele, recordándote tus inseguridades cuando lees un libro. Por eso siempre te estaré agradecido.

viernes, 21 de agosto de 2009

Stop


Una historia circular, la partida tiene el mismo final, la diferencia es la motivación. Un día Harry "Conejo" Angstrom sale de su departamento para comprar algo pero no regresa. Abandona a Janice, su esposa embarazada debido a problemas con ella. Al final también somos testigos de una escapada, esta vez inmotivada, o eso aparenta ser. Harry Angstrom no sabe por qué huye pero decide hacerlo. Lo hace en el momento menos oportuno: los funerales de su hija recién nacida, ahogada en manos de su esposa ebria. Se da cuenta de que a pesar de haber regresado con ella cuando daba a luz, no puede permanecer a su lado y decide buscar a Ruth, la chica gordita con la que convivió durante algún tiempo y que, coincidencia, también está embarazada. Luego de llegar donde Ruth, sale a comprar algo, pero…

John Updike logró la admiración general con esta novela. En sus diarios, John Cheever escribió algunas líneas alabando la escritura de Updike. Corre Conejo inició el camino de esa seguidilla de novelas sobre el Conejo Angstrom consideradas dentro de toda selección de libros indispensables en los Estados Unidos del siglo veinte. Ahora, fallecido Updike, Philip Roth tiene la posta en la literatura gringa. El Conejo dejó de correr.